Vía Parque Isla de Salamanca, mosaico ecosistémico

La Vía Parque Isla de Salamanca (VIPIS), reconocida como Área Protegida de orden nacional por el Sistema de Parques Nacionales Naturales de Colombia, se encuentra ubicada en el Complejo Lagunar Ciénaga Grande de Santa Marta, en el departamento del Magdalena, abarcando los municipios de Sitionuevo y Pueblo Viejo. Con una extensión total de 56,200 hectáreas, esta área protegida tiene un carácter de conservación estricta y alberga ecosistemas estratégicos para el desarrollo de la diversidad biológica del sistema Ciénaga Grande de Santa Marta.

La importancia biológica de la VIPIS es extraordinaria, gracias al mosaico ecosistémico que la conforma, lo que le ha valido importantes reconocimientos a nivel internacional. Es un hábitat crucial para una amplia variedad de especies vegetales y animales, muchas de ellas endémicas de la región. La conservación de este ecosistema es vital para mantener el equilibrio ambiental en la zona y proteger la biodiversidad única que alberga.

Sin embargo, la Vía Parque Isla de Salamanca enfrenta diversos desafíos, entre ellos la amenaza de la urbanización descontrolada y la contaminación generada por actividades humanas cercanas. Es fundamental que tanto los visitantes como las comunidades locales tomen medidas para proteger este invaluable patrimonio natural.

Por ello, se hacen recomendaciones y solicitudes de seguridad y prevención de riesgo para quienes transitan por la zona. Se insta a reducir la velocidad al atravesar la vía entre Barranquilla y Santa Marta, ya que se está transitando por la VIPIS. Además, se aconseja visitar el área protegida en los horarios establecidos, utilizar ropa y calzado adecuados, realizar los recorridos en compañía de un funcionario certificado y traer elementos amigables con el medio ambiente. Estas medidas contribuirán a preservar la integridad de la Vía Parque Isla de Salamanca y garantizar su conservación a largo plazo.

Islas Galápagos, tesoro natural

Tortuga gigante

Descubre la fascinante Isla Galápagos, un paraíso natural situado en Ecuador que deslumbra a visitantes de todo el mundo con su biodiversidad única y sus recientes hallazgos científicos. Este archipiélago, famoso por haber inspirado las teorías de evolución de Charles Darwin, ofrece una experiencia turística incomparable, combinando playas de ensueño, actividades de aventura y una rica historia natural.

Sumérgete en las cristalinas aguas del océano Pacífico para explorar los increíbles arrecifes de coral y admirar la asombrosa vida marina que habita en ellas. Los amantes del buceo y el snorkel encontrarán un paraíso submarino lleno de peces tropicales, tortugas marinas, tiburones, rayas y hasta pingüinos, convirtiendo cada inmersión en una aventura inolvidable.

En tierra firme, maravíllate con la belleza escénica de los paisajes volcánicos, camina por senderos naturales y admira la impresionante fauna autóctona. Recientes hallazgos científicos han revelado la presencia de nuevas especies de tortugas gigantes y la recuperación de poblaciones de iguanas marinas, demostrando el constante florecimiento y evolución de la vida en este ecosistema único.

Piquero de patas azules

No te pierdas la oportunidad de visitar los famosos sitios de anidación de aves, donde podrás observar de cerca a especies icónicas como los albatros, los piqueros de patas azules y las fragatas, que encuentran en Galápagos un refugio perfecto para reproducirse y alimentarse.

Además de su riqueza natural, la Isla Galápagos ofrece una experiencia cultural enriquecedora, con la oportunidad de conocer a las comunidades locales y aprender sobre su forma de vida tradicional. Disfruta de la deliciosa gastronomía local, basada en productos frescos del mar y ingredientes autóctonos, y experimenta la hospitalidad única de sus habitantes.

En resumen, la Isla Galápagos es mucho más que un destino turístico, es un tesoro natural que sigue revelando sus secretos y encantos a aquellos que se aventuran a descubrirlo. Sumérgete en esta maravillosa experiencia y déjate cautivar por la belleza y la magia de este paraíso en la Tierra.

Encuentro de Compositores del Caribe, homenaje al maestro Landero

El III Encuentro de Compositores del Caribe – Eco del Caribe -  ha sido dedicado a salvaguardar el legado de los más importantes juglares y representantes de nuestras sonoridades tradicionales. Es dirigido por el músico y compositor Marlon Peroza y es organizado por la Corporación, Yawaro Récords. Eco del Caribe resaltar y visibilizar la labor del compositor como parte esencial de la música del Caribe colombiano.

Eco del Caribe 2024 es una apuesta cultural que busca trascender las fronteras del entretenimiento para sumergirse en la riqueza cultural del Caribe colombiano. Este evento anual, que este año se realizará en Barranquilla y el municipio de Tubará, desarrolla en 2024 sus actividades culturales, los días 1 y el 4 de febrero, con una imperdible programación que invita a salvaguardar, a pensar y bailar nuestro legado musical.

Esta celebración 2024 suena a ritmo de acordeón, en tributo a la leyenda Andrés Landero. Su contribución invaluable a la música tradicional del Caribe, su imagen de juglar trashumante, es el símbolo central del afiche de Eco del Caribe 2024, una obra creada por Carlos Amaya, secretario de Cultura y Deportes del municipio de Barranco de Loba.

Landero, hizo internacionales los sonidos de la cumbia.

La imagen del afiche promocional no solo rinde homenaje a la destreza musical del maestro Landero, sino a la identidad del Caribe colombiano. El inconfundible sombrero vueltiao, el Sinsonte, un ave emblemática de estas tierras, en su sombrero. El sinsonte tiene la capacidad de dominar e imitar diversidad de cantos y melodías y es símbolo musical poderoso en la región Caribe colombiana.

Eco del Caribe, incluye en su programación conversatorios con los compositores y músicos tradicionales del Caribe colombiano. También encuentros y talleres para aprender, compartir y explorar las diversas facetas de esta rica tradición musical.

"La festividad, en su edición 2024, expande sus horizontes, abarcando no solo Barranquilla sino también el municipio de Tubará, creando un ambiente propicio para el diálogo cultural y la sinergia entre las comunidades. Eco del Caribe se propone como un puente entre las generaciones, conectando a los maestros de la música tradicional con las nuevas expresiones y propuestas que emergen en la región", dice el comunicado oficial.

El evento tiene la presencia de: Yeison Landero, nieto y albacea del legado del fallecido juglar Andrés Landero; el maestro Leonardo Gamarra; músico y compositor, el mago responsable de  Imágenes,  una de las composiciones más bellas e icónicas de nuestra música. Marlon Peroza, músico y compositor; la cantante Cumbia Queen, artista barranquillera con más de dos décadas de trayectoria musical; Gaiteros de Pueblo Santo, nominados a los Premios Grammy Latinos.

Eco del Caribe aborda otros temas con personajes como Primo e Costa, narrador oral escénico y contador de historias; Remberto Gil, productor y guardián de semillas criollas; la socióloga e investigadora Brenda Blanco; el sociólogo y magíster en Cambio Climático: Desarrollo y Políticas Públicas; el DJ Vinil Set,  Diekman Rangel como invitado espacial, entre otros.

Magdalena, obra efímera con material reciclado más grande en América Latina

“Magdalena” fue elaborada con una tonelada de material reciclado y está hecha en 1.600 metros cuadrados en la Plaza de la Paz en Barranquilla. Su objetivo, desde el 21 de noviembre y el mes de diciembre, es hacernos reflexionar sobre la relación del ser humano con el entorno y las fuentes de agua. Hoy se considera la pieza creada con material reciclado más grande de América Latina.

Esta obra monumental es el resultado de un esfuerzo colectivo que involucró a cientos de estudiantes del departamento del Atlántico, en el norte de Colombia, como una iniciativa única y visionaria. Con más de una tonelada de toda clase de elementos reciclados, incluyendo se hizo la obra y se transformaron en una obra artística que se observa en su totalidad desde un dron.

A todos sorprende la gran hazaña artística y creativa, en especial por la  participación de los estudiantes de distintas instituciones educativas y grupos estudiantiles que no escatimaron esfuerzos ni creatividad para ser parte de la reutilización de materiales, haciendo arte y mostrando la conciencia ecológica de esta región de Colombia. Se desarrolló por la alianza de la Gobernación del Atlántico con la Corporación Luis Eduardo Nieta Arteta (Clena) y el artista Eduardo Butrón.

Magdalena en Plaza de la Paz

La obra es del programa 'Atlántico Crea: Cultura y Convivencia' de la Gobernación del Atlántico, la secretaria de Cultura y Patrimonio, Diana Acosta, explica cómo se ha desarrollado este programa: “Atlántico Crea se ha convertido en un modelo de trabajo que nos ha permitido reflexionar acerca de las artes y la cultura como herramienta de transformación social para convivir sanamente. Esta obra es producto de semanas de trabajo con niños y jóvenes, pero también demuestra un impacto positivo en las comunidades a las cuales llegamos para enseñar sobre el rol de la cultura y la transformación social. Han sido decenas de talleres y encuentros en torno a esta iniciativa y agradecemos que hoy pueda danzar 'Magdalena' en la Plaza de la Paz”.

“La idea consiste en utilizar el arte como una invitación a promover acciones más positivas hacia nuestros entornos, ríos, comunidades, ciudades y escuelas. Esta enseñanza sobre el reciclaje comienza en nosotros mismos y en cómo podemos influir en las generaciones futuras, ya que son ellos quienes estarán a cargo de abordar este desafío”, explicó el artista, quien lleva 30 años extrayendo materiales del río Magdalena para crear obras artísticas disruptivas.

La obra de arte es un testimonio vivo del poder de la colaboración comunitaria y el potencial transformador del arte. Ha permitido no solo embellecer un espacio público fundamental para la comunidad, sino también transmitir un mensaje poderoso sobre la importancia de la creatividad, la reutilización y el cuidado del medio ambiente.

Esto marca un hito en la historia del arte urbano en América Latina y consolida al Atlántico como un referente en el impulso de iniciativas que combinan arte, sostenibilidad y participación ciudadana.

Monumento a los Inmigrantes en Muelle de Puerto Colombia

Homenaje a Francisco J. Cisneros

En la historia del muelle de Puerto Colombia se registra la entrada de 9 colonias de inmigrantes. Esa es la razón para que mientras haces un paseo por la plaza y el muelle de este municipio en el departamento del Atlántico te encuentres con una mujer que sostiene una sombrilla oriental, vestida con el vestido tradicional chino rojo y apliques dorados. Con esa estatua se hace homenaje a la migración de la comunidad china, que hoy tiene un total de 960 familias residentes en Barranquilla.

Homenaje a los inmigrantes
chinos.

Eso no es todo. Podrás decir que te sientas al lado de un gondolero veneciano a escuchar sus historias. Es la estatua sentada que mirando el horizonte representa a la comunidad italiana que llegó en una embarcación a Colombia por el muelle de Puerto Colombia. 

Los judíos sefarditas y ashkenazi también tienen una estatua en el muelle. Con ella representan a los  los grandes asentamientos de esta comunidad que tuvo un papel importante para la independencia de Colombia.

A la entrada del muelle se le hace un homenaje a Francisco Javier Cisneros, nacido en Santiago de Cuba en 1836, y quien llegó a Colombia a hacer historia con la construcción de ferrocarriles, iglesias y el Muelle de Puerto Colombia en bahía Cupino. 

Homenaje a los inmigrantes
franceses.

La madre Patria también tiene su monumento entre los inmigrantes, no solo por los grandes aportes culturales sino también lingüísticos. Y a ellos le siguen los alemanes en el Atlántico. La estatua de esta comunidad es símbolo de los grandes aportes económicos con el ‘Tratado de amistad, comercio y navegación’ firmado en 1854 que llevó a la construcción de una vía férrea para interconectar el puerto de la zona de Sabanilla y Barranquilla. 

El legado del pueblo árabe y de los inmigrantes franceses también tienen su monumento. En total son 9 estatuas que con su vestuario y actitud reflejan la actividad con la que son reconocidos en este territorio que abrigó sus sueños y sus familias.