miércoles, 27 de marzo de 2019

Malanga y sus encantos


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Puré de malanga con huevo frito
Desde pequeño comí malanga. Mi madre, a quien le encanta la cocina, la vi prepararnos frituras, puré y usarla en otros platos. Es deliciosa. Lo que no imaginé fue que al salir de Cuba fuera a extrañar tanto a la malanga como a mi madre. Sabía que era un personaje especial para la familia cubana, pero también es uno de los platos principales desde que uno nace en el paladar de un cubano. Les voy a explicar por qué. Tiene un alto contenido nutricional. No solo es agradable al gusto porque es suave y fácil de ingerir en puré, también es muy rica en vitaminas y minerales. Así que de forma natural damos a nuestro organismo vitamina C, vitaminas del grupo B  y vitamina E. También potasio, magnesio, fósforo y manganeso. Los especialistas dicen que "una ración de malanga aporta 7 gramos de fibra dietética, eso quiere decir el 27% de la cantidad diaria recomendada".  
Si será buena la malanga que hasta recomendada es para disminuir  niveles elevados de grasas en la sangre, ayuda a regular el tránsito intestinal y previene el reflujo gastroesofágico. La verdad es que la malanga se hace indispensable para cualquier evento de nuestra vida en Cuba. Uno hace malanga en puré para los niños, malanga en frituras para picadas, malanga con mojo de ajo para acompañar comidas, y si sigo se hace agua la boca del cubano que como yo, la extrañamos en el extranjero.



Hace unos días, una amiga cubana que reside hace poco en Bogotá, Colombia, Marisleidy Alba Cabañas, me llamó preocupada porque ese personaje tan importante para la familia y la alimentación de los niños en Cuba le haría falta a su hijo de menos de un año. Como yo sé lo que eso significa, le dije que no se preocupara, que acá en Barranquilla se la conseguía porque esas solo se dan en climas tropicales. Cuando yo llegué a Colombia me mandaron una de Fonseca, La Guajira, después preguntando y especificando la ubiqué en las Olímpicas de la ciudad. Pero siempre la confunden.

Lo cierto es que no es tan popular la malanga en Colombia como en Cuba, ni tan vital para los colombianos en sus comidas diarias como para nosotros. Entonces tuve que poner en alerta a mis contactos para que apenas la vieran llegar al supermercado, me avisaran. 

No es yuca, no es ñame, es Malanga! 

Pasaron 15 días y recibí la llamada: "Cubano, llegó la malanga!" Allá me fui, en la Olímpica es donde mejor se presenta. Después la llevé a Servientrega y mi amiga cubana en "La Nevera", como le dicen a Bogotá los costeños, se puso feliz.


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Twitter: @JoseCasuso

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