Cementerio de Colón, La Habana. |
Cada vez que voy a Cuba, no puedo dejar de visitar a mi viejo. El descansa en la Necrópolis de Cristóbal Colón porque ya no está entre nosotros, pero caminar por esos espacios sin duda tiene un gran valor tanto para quienes tenemos un ser querido ahí, como también para todo ciudadano del mundo que lo visita. Ocupa un lugar importante entre los cementerios de América, lo sabían?
Es el único dedicado a Cristóbal Colón y por su diseño arquitectónico fue declarado monumento nacional cubano. Está en la esquina de la Calzada de Zapata y Calle 12, en el barrio El Vedado, en La Habana.
Cuando uno camina por sus senderos encuentra una cantidad de esculturas que hace que los especialistas la consideren como segunda en importancia mundial. Se distingue en la entrada un monumento de mármol de carrara en donde están representadas las virtudes de la caridad, la fe y la esperanza humana. Si llevas cámara fotográfica, no importa donde te coloques, tendrás imágenes hermosísimas.
Pero hay motivo por el cual este cementerio es visitado a menudo y es por la historia de Amelia, la milagrosa. Es un monumento que conserva durante los 365 días del año muchas flores a su alrededor. Está relacionado con la historia de amor entre José Vicente Adott y Amelia Goiry de la Hoz, una de las más grande leyendas populares en Cuba. Dos jóvenes de distinto estrato social que se enamoraron, pero algo así no podía ser en aquella época. De todas formas a ellos no les importó el rechazo de la familia, ni que los borraran del árbol genealógico y se casaron un 25 de junio de 1900.
En la tumba de Amelia, La Milagrosa. |
Eso fue una historia real que nos recuerda que "el amor lo puede todo". Amelia estuvo embarazada pero perdió a su criatura y su vida un 3 de mayo. Su esposo le sobrevivió y nunca dejó de visitarla en este cementerio todos los días mientras vivió. Dicen que tocaba tres veces la argolla de la tumba para despertarla a ella porque nunca aceptó que hubiera fallecido y también cuando se retiraba lo hacía haciendo reverencia y sin darle la espalda en señal que a una mujer nunca se le da la espalda y menos si es la amada. Pero hay una razón por la que su tumba es la más visitada y su historia se conoce en todo el mundo. Después de 13 años del fallecimiento de Amelia, fallece su suegro y cuando abrieron la tumba para enterrarlo, encontraron que su amada estaba intacta y el bebé que había sido colocado entre sus piernas lo tenía en sus brazos. Y desde ese momento se corrió el rumor de "La Milagrosa del Cementerio Colón", convirtiéndose la tumba de Amelia en un lugar de peregrinación para todas las madres con hijos enfermos o que necesitan un milagro. La visitan y le ponen fe esperando milagros , en agradecimiento muchas personas del mundo colocan una plaquita y flores a su alrededor. Es una historia de amor, conmovedora, una leyenda que todo cubano conoce, un mito y un ritual que muchos han seguido de generación en generación.
Tumba de Amelia con su figura en mármol de carrara. |
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