La Finca-Museo Vigía de Ernest Hemingway es algo así como si te transportaras a esa época. Te asomas a la ventana y ves todo tal cual como si el tiempo se hubiera detenido entre 1940 y 1961, año en que falleció Hemingway.
En más de una ocasión la visité y volvería. Esta Finca-Museo Vigía, que por más de dos décadas fue refugio por más del escritor estadounidense Ernest Hemingway, es uno de esos sitios de La Habana que ningún turista o visitante deja de conocer.
Pilar, el yate de Hemingway es fuera de serie aún entre las embarcaciones dedicadas hoy a la pesca deportiva. Llegó a compararlo con el peso sensual de una hermosa mujer alegre y habanera y con la sólida construcción de su propia casa en lo alto de una colina. Dice el escritor cubano Enrique Cirules que en el Pilar inspiró a Ernest Hemingway para escribir “El viejo y el mar”, “Adiós a las armas”, “Las nieves del Kilimanjaro” y “¿Por quién doblan las campanas?”.
Para los cubanos es un gran tesoro y orgullo que este escritor haya dejado su huella en el país. Por eso con el cuidado y amor que nos caracteriza, conservamos y respetamos cada detalle de su paso por nuestra Isla. Además de la Finca-Museo, también están otros espacios para recordarlo, El Hotel Ambos Mundos y La Bodeguita del Medio.
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